A partir del día de la toma del Santo Hábito, la postulante se convierte en novicia y queda formalmente incorporada como miembro del noviciado. Durante este tiempo de formación, que es de dos años canónicamente cumplidos, la novicia no recibe visitas ni correspondencia.
La novicia está obligada al estudio y observancia de sus Reglas y Estatutos. No sale de la clausura sin causa necesaria, a juicio de la Superiora, ni participa en obras de celo y apostolado sino con las letras.
Tres meses antes del cumplimiento del tiempo del noviciado, la novicia solicita la Profesión Temporal en que hará sus votos de pobreza, castidad y obediencia.