El santo hábito es el mismo que la Virgen Santísima ostenta en su imagen del Perpetuo Socorro. La túnica guinda, que es invariablemente de tela pobre, lleva en el pecho una cruz dorada. A la cintura se ciñe con una cuerda que lleva cinco nudos en honor de las cinco llagas de Nuestro Padre San Francisco. Pendiente de ella lleva la Corona Franciscana. La toca es verde jade. El escapulario, también guinda, es de dos partes iguales por delante y atrás, sujeto con tirantes. El velo es azul, con una estrella dorada en medio de la frente, largo para las de votos perpetuos y corto para las de votos temporales.
Se usan sandalias y se permite usar calzado pobre en caso de enfermedad o por climas muy fríos.