En la ceremonia de la Profesión Temporal a la novicia se le viste con un velo corto, en señal de que todavía es libre de dejar la Congregación. Esta profesión se hace por un año, después del cual la Profesa solicita la renovación de sus votos, teniendo término a los seis años para la emisión de votos perpetuos. Durante este tiempo la Superiora observa a la religiosa para definir en ella su vocación, o despedirla al término del año.
Tres meses antes del cumplimiento del sexto año, la profesa solicita la Profesión Perpetua. Siendo acepta, adquiere un compromiso de estabilidad, y en virtud de la santa pobreza debe efectuar la renuncia, a favor de quien ella quisiere, de todos los bienes que posee actualmente.