Llegado el día de su ingreso, la nueva hermana entrará por primera vez a la clausura donde será recibida por toda la Comunidad. El postulantado es de nueve meses en honor del tiempo que estuvo el Divino Verbo Encarnado en el seno de la Santísima Virgen.
Los tres primeros meses vestirá un uniforme y toca gris.
Cumplidos éstos, si la postulante fuera apta para continuar, hará su consagración de la Esclavitud Mariana y se le trocará el uniforme por una túnica y toca café ceñida con una cuerda que llevará los últimos seis meses.
En el último periodo se observará si la postulante es apta para nuestra vida para que tome el Santo Hábito y sea admitida al noviciado.